La evolución de las técnicas de conservación para prevenir el crecimiento de bacterias, hongos y otros microorganismos ha sido muy significativa en los últimos años. En la conservación de alimentos se combinan procesos térmicos y no térmicos, todos ellos destinados a un mismo fin: minimizar los riesgos provocados por la presencia de patógenos. Entre los procesos no térmicos están la congelación o la irradiación y, entre los térmicos, se sitúan la esterilización y pasteurización, entre otros.El artículo detalla algunas de las principales formas de conservación, desde las más tradicionales a las más actuales, y cuál podría ser el futuro de la conservación de los alimentos. |
Los alimentos se deterioran porque se producen distintas reacciones físicas, químicas o microbiológicas. Las diferentes formas de deterioro y contaminación causada por microorganismos se pueden prevenir en gran medida a través de varias técnicas de conservación, la mayoría de las cuales actúan mediante la prevención o la ralentización del crecimiento microbiano. Estas comprenden la congelación o la refrigeración, sistemas no térmicos. También se incluyen otras técnicas que inactivan los microorganismos a través del calor, como la pasteurización. En los últimos años se han desarrollado nuevas técnicas, como la irradiación o los ultrasonidos, que pretenden también responder a las necesidades de los consumidores hacia procedimientos que afecten cada vez menos a la calidad del alimento y garanticen las propiedades nutritivas, además de la seguridad microbiológica.
Formas de conservación caseras
El aumento de la vida útil de los alimentos ha sido y es uno de los principales retos en seguridad alimentaria. Las técnicas de conservación trabajan no solo para incrementar la vida útil sino también para que, durante el tiempo en el que se almacena un alimento, se mantengan las cualidades y se minimicen las pérdidas de las características físicas y de composición en nutrientes. Es significativo el hecho de que algunos métodos de conservación antiguos, como la deshidratación o la congelación, son aún muy utilizados y conviven con otros sistemas más actuales, como la irradiación.
Algunas formas de conservación pueden llevarse a cabo en el ámbito doméstico:
Otras formas de conservación, como la pasteurización o la irradiación, son propias de la industria alimentaria. Si bien estos métodos de procesamiento de alimentos juegan un papel clave para mantener los alimentos seguros, no deberían sustituir las prácticas de manipulación en el hogar, como lavar, separar, cocinar o refrigerar.
Fuente: Consumer
Formas de conservación caseras
El aumento de la vida útil de los alimentos ha sido y es uno de los principales retos en seguridad alimentaria. Las técnicas de conservación trabajan no solo para incrementar la vida útil sino también para que, durante el tiempo en el que se almacena un alimento, se mantengan las cualidades y se minimicen las pérdidas de las características físicas y de composición en nutrientes. Es significativo el hecho de que algunos métodos de conservación antiguos, como la deshidratación o la congelación, son aún muy utilizados y conviven con otros sistemas más actuales, como la irradiación.
Algunas formas de conservación pueden llevarse a cabo en el ámbito doméstico:
Otras formas de conservación, como la pasteurización o la irradiación, son propias de la industria alimentaria. Si bien estos métodos de procesamiento de alimentos juegan un papel clave para mantener los alimentos seguros, no deberían sustituir las prácticas de manipulación en el hogar, como lavar, separar, cocinar o refrigerar.
Fuente: Consumer