Las gamas alimentarias no son más que una manera de clasificar y agrupar los alimentos, en función de su origen y conservación.
Como sabemos, no todos los alimentos que se encuentran en el mercado se presentan de la misma manera. Podemos encontrar alimentos en su forma y estado original y sometidos a diversos procesos de manipulación y envasado.
A continuación os mostramos las distintas gamas para los alimentos:
Alimentos de I gama:
Aquí se encuentran los alimentos frescos: fruta, verdura, carne, pescado o cereales... Se trata de alimentos que no han sido sometidos a ningún tratamiento de conservación ni han sufrido ningún tratamiento higienizante. De esta manera, mantienen todas sus propiedades y, para mantenerlas, deben conservarse en la mayoría de los casos a temperaturas de refrigeración. El único problema de estos alimentos es que, al ser muy perecederos, las condiciones de conservación y manipulación deben ser muy cuidadosas para evitar riesgos.
Alimentos de II gama:
Se trata de las conservas o semiconservas, como fruta en almíbar o salsas. Estos alimentos sí han sido sometidos a un proceso térmico y posterior envasado, lo que permite que se conserven durante mucho más tiempo.
Alimentos de III gama:
A esta gama pertenecen los congelados, donde se incluyen verdura, pescado o marisco. Es una de las formas para mantener una larga duración de conservación, debiendo introducir los alimentos en bolsas o recipientes herméticos aptos para ello.
Alimentos de IV gama:
Los alimentos de IV gama son los envasados al vacío o en atmósferas controladas. Son todos aquellos que se han cortado o pelado, que no se han sometido a ningún proceso de cocción y que se han envasado en bolsas o recipientes en atmósfera controlada o al vacío.
Alimentos de V gama:
Estos alimentos se corresponden a los que ya han sido elaborados, cocinados y envasados, listos para consumir. Estos productos se han sometido a procesos higienizantes que garantizan su salubridad y seguridad, así como sus cualidades organolépticas (olor, sabor o gusto) originales.
Como sabemos, no todos los alimentos que se encuentran en el mercado se presentan de la misma manera. Podemos encontrar alimentos en su forma y estado original y sometidos a diversos procesos de manipulación y envasado.
A continuación os mostramos las distintas gamas para los alimentos:
Alimentos de I gama:
Aquí se encuentran los alimentos frescos: fruta, verdura, carne, pescado o cereales... Se trata de alimentos que no han sido sometidos a ningún tratamiento de conservación ni han sufrido ningún tratamiento higienizante. De esta manera, mantienen todas sus propiedades y, para mantenerlas, deben conservarse en la mayoría de los casos a temperaturas de refrigeración. El único problema de estos alimentos es que, al ser muy perecederos, las condiciones de conservación y manipulación deben ser muy cuidadosas para evitar riesgos.
Alimentos de II gama:
Se trata de las conservas o semiconservas, como fruta en almíbar o salsas. Estos alimentos sí han sido sometidos a un proceso térmico y posterior envasado, lo que permite que se conserven durante mucho más tiempo.
Alimentos de III gama:
A esta gama pertenecen los congelados, donde se incluyen verdura, pescado o marisco. Es una de las formas para mantener una larga duración de conservación, debiendo introducir los alimentos en bolsas o recipientes herméticos aptos para ello.
Alimentos de IV gama:
Los alimentos de IV gama son los envasados al vacío o en atmósferas controladas. Son todos aquellos que se han cortado o pelado, que no se han sometido a ningún proceso de cocción y que se han envasado en bolsas o recipientes en atmósfera controlada o al vacío.
Alimentos de V gama:
Estos alimentos se corresponden a los que ya han sido elaborados, cocinados y envasados, listos para consumir. Estos productos se han sometido a procesos higienizantes que garantizan su salubridad y seguridad, así como sus cualidades organolépticas (olor, sabor o gusto) originales.