La presencia de metales en el medio ambiente se debe fundamentalmente a actividades antropogénicas como la minería, fundición, refinería, electrogalvanizado, y generación de electricidad. Están presentes además en emisiones de automóviles (en disminución), disposiciones de aguas residuales, restos de dragados, en envases y estructuras marinas y en pinturas especiales para evitar la incrustación de organismos marinos en objetos sumergidos. Su distribución en el medio marino puede ser debida a deposición atmosférica, descargas directas y, mayoritariamente, a aportes fluviales que discurren a través de centros urbanos e industrializados. Así, aunque son constituyentes naturales del medio marino y algunos son biológicamente esenciales, las actividades humanas introducen significativas cantidades de ellos al medio marino causando perturbaciones que en algunos casos pueden conducir a una degradación medioambiental y ecológica.
La presencia de metales sintetizados o movilizados por el hombre, unido a su carácter tóxico y conservativo, hacen esencial su control en sistemas costeros. La concentración de metales en organismos marinos puede ser empleada para el control de estos contaminantes en sistemas costeros con varios propósitos:
El uso de bivalvos, particularmente mejillón, como organismo bioindicador se ha extendido en la mayoría de los programas de control, entre otras cosas, por las siguientes características:
Fuente: intecmar
- Para la protección de la salud humana, ya que para los organismos cultivados como alimento el análisis directo es garantía de protección. La concentración es contrastada frente a unos valores estándar basados en el concepto de máxima toma aceptable durante un período de tiempo generalmente por día o semana. Para ello es necesario conocer además la proporción de los productos marinos en la ingesta de la población de estudio, lo cual se desconoce en la mayoría de los casos y dificulta el establecimiento de valores legislados en estos productos para salvaguardar la salud humana. Este aspecto está contemplado parcialmente en la Orden del 2/08/1991 del Ministerio de Sanidad y Consumo.
- Para la protección de los organismos marinos los cuales, si bien son tolerantes a metales en un rango amplio de concentraciones, no son insensibles y pueden sufrir alteraciones a concentraciones significativamente superiores a niveles naturales medioambientales. Así, en algunas ocasiones la exposición de organismos marinos a niveles tóxicos ha provocado un rango de respuestas patológicas tales como inflamación y degeneración de tejidos, y cambios en desarrollo y reproducción a nivel fisiológico. Debido a su toxicidad y a su comportamiento acumulativo pueden constituir pues un peligro potencial para dichos organismos.
- Para valorar la contaminación medioambiental en el espacio y en el tiempo, sobre todo en aguas sometidas a ciclos mareales debido a la complejidad de monitorizar adecuadamente estos contaminantes en ellas. En los programas de seguimiento cuyo objetivo es el establecimiento de tendencias espacio-temporales, es de crítica importancia la optimización y diseño del muestreo. Numerosos estudios han señalado un número de factores que pueden conducir a una mala interpretación de cambios espacio-temporales. El diseño de programas de control debe esforzarse en minimizar esas interferencias algunas de ellas bien señaladas en programas de vigilancia de mejillón ya implantados, como son la época del año, la edad, o tamaño de los individuos recogidos, posición en la orilla y tamaño de muestra, entre otras.
El uso de bivalvos, particularmente mejillón, como organismo bioindicador se ha extendido en la mayoría de los programas de control, entre otras cosas, por las siguientes características:
- Están presentes como miembros dominantes en comunidades costeras y estuáricas, lo que unido a su extensa distribución geográfica minimiza problemas inherentes a la comparación de datos de distintas especies.
- Son organismos sedentarios y por tanto buenos integradores de contaminación en un área determinada.
- Son relativamente tolerantes a un extenso rango de condiciones medioambientales.
- Concentran metales en sus tejidos en niveles superiores a los del agua donde viven lo cual facilita su determinación.
- La medida de metales en sus tejidos proporciona una valoración de biodisponibilidad biológica.
- Sus poblaciones son relativamente estables pudiéndose repetir muestras y detectar cambios en largas exposiciones.
Fuente: intecmar