Los patógenos son agentes (virus, bacterias u otros) que pueden causar enfermedades. Hay ciertos patógenos que pueden transmitirse vía alimentos generando un tipo de enfermedades llamadas ETAs (Enfermedades Transmitidas por Alimentos). Hay cuatro bacterias que son las responsables de la mayoría de estas enfermedades: Salmonella, Listeria, Campylobacter y E. coli. Estos patógenos pueden encontrarse en los alimentos de manera natural.
LA SALMONELLA
Las bacterias Salmonella spp. son una de las causas de intoxicaciones alimentarias más frecuente. Es una bacteria que vive en el tracto intestinal de los humanos y otros animales, sin provocar problemas de salud. Cuando estas bacterias proliferan más de lo normal por la llegada de más bacterias provenientes de algún alimento contaminado, se produce un desajuste que provoca la enfermedad denominada: "Salmonelosis".
Por lo general, esta enfermedad suele producir diarrea, dolor abdominal y fiebre, aunque también puede venir acompañada de dolor de cabeza, nauseas y vómitos. La deshidratación ligada a estos síntomas hace que esta enfermedad sea de importancia en niños y ancianos donde puede desencadenar problemas severos.
El alimento que más frecuentemente puede transmitir la enfermedad son los huevos, sin olvidar otros alimentos de origen animal, como carne de ave, leche y productos lácteos y pescados (estos últimos en menor medida).
Las frutas y verduras que no se han lavado bien, también pueden ser transmisoras de la bacteria.
Los consejos que podemos dar son: cocinar bien las carnes y cuidar la elaboración de tortillas, siguiendo las siguientes recomendaciones:
Por lo general, esta enfermedad suele producir diarrea, dolor abdominal y fiebre, aunque también puede venir acompañada de dolor de cabeza, nauseas y vómitos. La deshidratación ligada a estos síntomas hace que esta enfermedad sea de importancia en niños y ancianos donde puede desencadenar problemas severos.
El alimento que más frecuentemente puede transmitir la enfermedad son los huevos, sin olvidar otros alimentos de origen animal, como carne de ave, leche y productos lácteos y pescados (estos últimos en menor medida).
Las frutas y verduras que no se han lavado bien, también pueden ser transmisoras de la bacteria.
Los consejos que podemos dar son: cocinar bien las carnes y cuidar la elaboración de tortillas, siguiendo las siguientes recomendaciones:
- A la hora de comprar fíjate que los huevos tengan siempre la cáscara intacta y limpia.
- Fíjate en la fecha de consumo preferente del envase y consúmelos antes de que pase.
- No laves los huevos antes de meterlos en el frigorífico.
- Haz bien las tortillas, cuajando bien el interior.
- No rompas el huevo en el borde del recipiente donde los vayas a batir. Pones en contacto el interior del huevo con la parte exterior donde suele haber más número de bacterias.
- No sirvas la tortilla en el mismo plato con el que le has dado la vuelta en la sartén.
A la hora de manipular alimentos no te la juegues, tu salud es lo primero.